En Barcelona, caminando hacia el consulado chino, crucé a un tipo que soltaba este trozo de conversación en su teléfono móvil: "pones sal, agua y aceite; revuelves; si ves que el aceite se queda debajo, y el agua arriba, pones más sal, si ves que el aceite se va para arriba, pones más agua".
No sé, hay algo en estas frases, algo, que me incomoda. Supongo que lo imagino añadiendo sal y agua una y otra vez, sin encontrar nunca el equilibrio.
WORK IN PROGRESS
lunes, 12 de febrero de 2007
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