¿La enfermera? Con ella hubo Francia, Albi primero, París después. Se supone que también habría unos días en Marruecos, pero no, no fue; dijo que por falta de pasta, yo creo que había algo más.
De París no voy a hablar (me parece que llenará mi próximo librito), de Albi puedo, sí. Descripción del pueblo y etcétera, podría ser, pero supongo que para eso sirven las guías turísticas o las páginas de internet. Los libritos como éste, en cambio, deberían ocuparse de las aventuras de los personajes, de lo que dicen y piensan, gilipolleces así. El lugar, como no sea protagonista, sólo sirve de marco, y como marco, en este caso, más bien poco, porque la mayor parte de las cosas interesantes pasaron dentro de la habitación del hotel. Cuando digo “cosas interesantes” hablo de las conversaciones, porque el sexo duro (que todavía no sé si es interesante para los pacientes lectores) venía donde nos pillara, que para lo del exhibicionismo la enfermera no tenía cura, ni falta que le hacía.
Lo mejor de la enfermera era su vocación. Estaba convencida de que podía enderezarme, hasta que abandonó y por eso, junto a otras cosas, lo de Marruecos, pero esa es otra historia. Sin saberlo era socrática, y pensaba que, a frases, mi cordura tendría que salir. Era buena interrogando, preguntas justas, inteligentes, pero creo que, en realidad, nunca tuvo mi patología muy clara. Yo me dejaba llevar, porque era divertido ver cómo lo intentaba, y cuando me daba oportunidad pasaba yo al otro lado, a interrogar. Un juego simpático.
Mi diagnóstico: una cabeza muy rápida para sus circunstancias (familia trabajadora con valores de posguerra, y prioridad para la estabilidad económica, por vía laboral), así que para no aburrirse se mantenía haciendo mil cosas (cursos de idiomas, viajes cortos, cine, salidas con amigas, natación). El remedio le funcionaba bien, era una mujer feliz, que drenaba su overbooking mental ayudando a la peña sin contemplaciones. Su diagnóstico sobre mí, no sé, tendré que preguntarle, de todos modos no creo que lo pondría aquí.
La segunda parte, la del sexo duro con exhibicionismo, siguió como siempre, pero para no repetirme sólo agrego un manoseo, de regreso a Barcelona, no sé si en Perpignan, con orgasmo para ella, detrás de una columna en una catedral gótica que quedó inacabada por falta de presupuesto, en la Edad Media. A cinco metros la calle y la gente. Olor a Senegal y un muñeco de Cristo mirando, estuvo bien.
7 comentarios:
¿¿¿¿Soy libre!!!!!
jajajaj
¿cómo andamos, armándola? vaya hoy tengo el gracioso subido, ya ves..
Vaya qué vida más sexual tiene tu prota...me pregunto, aunque el escritor ya indicó que no lo diria, qué tiene de poco frecuente el prota, qué facultades, capacidades tiene que supera el sentidó común de los llamados normales.
Petons!
bueno, la hiperactividad sexual es del personaje, porque el autor lleva vida de anacoreta, de verdad, lo que pasa es que las cuatro historias que le caen las explota todo lo que puede
Me ha fascinado la expresión “con ella hubo Francia”, será porque me gusta el sexo duro, ese que sabe a cuento y es un placer escuchar.
Ella no abandono, se fue a estudiar para comadrona. África es dura de parir.
¡Buen regalo, de autor!...le toco todo un caballero(el prota), mientras, el oso amoroso, no solo miraba , animaba, es fan de los animalitos je,je.
Aunque no se si ha sido tu intención, la misma tipología de letra, me invita a creerlo y lo hago encantada, hace tiempo que elegí pensar, aquello que me hacia sentir bien. Gracias.
Un buen amigo,me regaló un libro que me impacto:"Elogi de la mentida".Me permito compartir un parrafo.
La mentida és l'art,la bellesa,la vida creada i superada,curvada,sensual amb sensualitat d'ínfinit i de claror,al reves de la veritat,que ens parla sempre de caos i de confusió.
La veritat és la cadena que ens empresona;la mentida,les ales esplèndides de la llibertad.
Yo la sigo viendo con la misma letra,soy una cuentista je,je.
Uy no... la mentira primero te libera pero es el inicio de la esclavitud y el principio de la soledad.
Es muy difícil explicar la esencia de lo que quiero decir, sin mentir je,je. Nada que ver con la mentira tópico(esa que deforma la realidad),con la mentira piadosa(prepotentes formulas),ni muchísimo menos con la falta de honestidad.
Es el poder de creer en la magia del más acá, el antídoto de las verdades absolutas(cada quien crea su propia realidad),el principio del encuentro con la belleza, con la humanidad ,sin certificados de garantías ,de lugares y tiempos .Y es muy difícil de hacer,, mentir es muy complicado, como cualquier camino ,que intenta el paso del ego al yo y que renuncia a las tranquilizadoras certezas, a las normas escritas del bien y el mal. Mas que la condena a la soledad , lo es a la presencia de uno mismo ,la aceptación de que el cambio es posible aquí y ahora y la libertad de disfrutarlo.
Perdón por el discurso, no es mi estilo, al paciente autor y a la paciente lectora. Hago propósito de enmienda je,je.
Un abrazo.
Paula,
Supongo que te refieres a la esperanza-sueño, de alguna manera, de que todo va bien..quizás no te refieras a eso. Me gustan tus discursos pero como todo el mundo, lo entiendo a mi manera. Supogo que eso es una forma de mentir..me.
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