Luego está la serie de fotos con el graffiti de fondo, en la pared. Gente caminando, de perfil, sin saber de las fotografías. La serie sigue en París, y en Fez, y todavía tengo que hacer la de Barcelona. Collecting people, es el nombre de la serie, no sé para qué.
El graffiti en la pared fue hecho con pintura roja. No sé qué dice, propaganda comunista, supongo. Pensamientos del librito rojo del Superñoño. Aquello de que es el pueblo quien hace la historia, y que en la lucha de clases unas clases son exterminadas y otras se levantan, y para acabar con un cañón hay que usar otro cañón, y no se puede descansar en la guerra contra los perros capitalistas, porque no se irán solos, como no se va el polvo que deja la escoba, y aunque su destino ya está cantado, por la Historia, y sus líderes, tigres de papel, caerán como cayó Hitler, etc.
Mi preferido es aquél donde el Gran Ñoño dice que ha sido testigo de la tremenda energía de las masas, y que basándose en ella puede realizarse cualquier tarea, en cualquier momento, regresar al poder, descabezar al gobierno, ubicar a su gente, desgraciar a cualquier criatura pensante, liberar la violencia histérica de un par de miles de mamones y desmadrarlo todo, sin ninguna vergüenza, en una Gigantomaquia pedorra, de paletos envalentonados, pocos años después de matar de hambre a varias decenas de millones de campesinos, casi diez veces más muertos que judíos en la Segunda Guerra, con su Gran Salto Adelante, la peor decisión de gobierno de la historia china (y hay muchas cagadas registradas, en una historia tan larga), demostrando lo bueno que era con los nombrecitos, el camarada Mao, llamar Gran Salto Adelante a eso, me gustaría saber qué habría pasado si se le ocurre lanzar el Gran Salto Atrás, pero es así, el tipo no sólo era sabio aniquilando al pueblo, sino el sentido de las palabras, le quedó de puta madre, también, aquello de “Revolución Cultural”, y hacer desaparecer, en una década, lo que había durado milenios, sobreviviendo a mongoles, portugueses, holandeses, franceses, ingleses, japoneses, norteamericanos y otras gentuzas que pasaron por acá, cargarse el patrimonio nacional con ese nombre, está muy bien, el tipo, ya se ve, experto del engaño, dueño de la ironía, maestro de la mentira, tenía todo para ser un excelente narrador, comenzando con el cinismo amoral y acabando con ser una cagada, como persona, algo que es harto importante y siempre va bien, en estos medios.
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