WORK IN PROGRESS

martes, 19 de mayo de 2009

la fama, o es venerea, o no es fama (continuacion)

HUMILDE INFORME

Sinopsis
La novela arranca con un juego amoroso-sexual del narrador con su “amor recurrente”. A continuación, siempre en primera persona, comparte con el lector sus dudas entre escribir una novela con estructura, personajes, desenlace “al gusto del mercado local” (1) o un libro autobiográfico y experimental (2) en el que la narración se interrumpe constantemente con diferentes historias: su relación con su ex, nuevas amantes y sus consiguientes experiencias sexuales, viajes (China, India, Francia, Marruecos), impresiones, reflexiones, experimentos, anuncios publicitarios, relatos de adolescencia… El narrador decide la segunda opción, pero ya tiene escrita media novela del primer tipo (en la que él también es protagonista), así que la N1 (un vigilante de una sala de Museo decide robar una obra para hacerse famoso) y la N2 se entrecruzan a lo largo de toda la narración donde prevalecen las dudas de un hombre perdido, pero que no deja de buscar caminos. En su desconcierto surgen incertidumbres de cómo continuar el relato, en una peculiar lucha entre la humildad y el ego del escritor.
De esta manera desordenadamente ordenada, el autor traza un ácido y a veces humorístico panorama de una sociedad en crisis y una generación marcada por las incongruencias entre la educación recibida y la necesidad de vivir una vida propia.
“No interesa que la herencia sea desagradable, opaca, aburrida, gris, opresora, dolorosa, lo importante es no calentarse la cabeza trabajando sobre incertidumbres, asumiendo riesgos sin garantías, invirtiendo sin conocer el posible retorno.”… “Mejor malo conocido que bueno por conocer, hijo de gato caza ratón, a caballo regalado no se le mira el colmillo, o tanto se rasca la cabra que se daña, no sé, refranes de estos. Después, pasados los años, ya sólo queda el lamento, echarle la culpa a la vida, al destino, a los padres, el gobierno, las Parcas, la mujer, Dios, los hijos, el cigarrillo, la hipoteca, el jefe, el vecino, la amante, el perro, el hijo del dueño, el aseo urbano, el amante, la suerte, el puto destino, yo qué sé. Echarle la culpa a quien sea, pero nunca pensar en el acojonamiento frente a la ruptura y el cambio.”
“Es el problema de negociar con el diablo, siempre, necesariamente, debes acabar jodido. Si no, qué mal ejemplo para los prudentes, los mezquinos, los moderados, los avariciosos, los bien pensantes, los conformistas, los apagados, los currantes, los mediocres, los comunes, los desilusionados, en resumen, para todos los sumisos que se portan bien, ¿no?...”.

Otras veces experimenta con el lector, con la idea de desaparecer como narrador y dejar que el libro sea un vehículo de información, “como decía el catálogo de no sé qué artista plástico”:

No uses tanta droga. Acomódate el pelo. Usa corbata. Trabaja donde te ponga tu tío. Encuentra a un protector. Haz lo que te diga. No te le despegues. Jode siempre a los pequeños. Rómpeles la boca. Entra a una pandilla. Maltrata, sé agresivo, no tengas miedo. Compra un carro grande. Busca la ganancia rápida. Relaciónate con gente del gobierno. Persigue algún contrato público. Mójale la mano a quien convenga. Mueve tus contactos, no pierdas el tiempo. Cásate. Sácale a tus suegros un tremendo piso. Abre una empresa. Pide préstamos bancarios. Mójale la mano a quien convenga. Quiebra la empresa. Cómprate una casa grande. Reprodúcete. Monta una venta de motos. Lava narcodólares. Compra un carro importado. Abre cuentas en el extranjero. Busca una amante. Construye un centro comercial. Lava narcodólares. Entra en el negocio de la multipropiedad. Lava narcodólares. Deja a medias los proyectos. Quiebra la empresa. Regresa a la coca. Deja a tu mujer y lárgate con la modelo. …/…”

INFORME DE LECTURA
Armando, hemos hecho un guión resumidísimo con las líneas básicas argumentales de la novela (por cierto, ¿ya tiene título?). Hemos destacados los puntos que nos parecen mejores (buenos). Y también comentamos lo que no nos gustó. Por supuesto, son nuestras opiniones y el que decide eres tú.
- La novela arranca bien, original en el diálogo y en el juego amoroso-sexual que plantea.
- Buen planteamiento, original. Dudas del narrador entre escribir una novela con estructura, personajes, desenlace “al gusto del mercado local” (1) o un libro autobiográfico y experimental.
- Reflexiones y narración hasta el viaje a China: vemos calidad.
- Viaje a China entremezclado con historias de amigos.
A partir del viaje a China, la lectura se nos hizo pesada. Se pierde el tono de experimentación y a veces sólo se lee un relato de viajes tipo blog sin más. Se hace largo. Hay algunas historias muy buenas (“Gui-Zhou es una mujer de unos cuarenta años…” pág. 42, “Durante décadas, dos vendedores trabajaron uno al lado del otro…” pág. 42, por ejemplo.). En la Pág. 55: nos resultó pesado.
Nosotros aconsejaríamos acortar, eliminar lo menos significativo. DUDA: Hay una visión excesivamente crítica o ¿despreciativa? de China.
- Las maletas con enumeración de su contenido: las primeras veces es curioso, al final se hace pesado.
- Historias de amigos: no enlazan demasiado bien con el resto de la narración.
- En la página 44 nos preguntamos: ¿dónde está el eje central?, ¿qué nos quiere transmitir? Quizás estemos perdidos, ¿como el protagonista de la novela? ¿Es esa la intención? ¿Invitar al lector a compartir la confusión en la que está inmerso el protagonista?
- Nos gusta la relación de escritores, filósofos... También nos parecen buenos el planteamiento: “¿y tú para qué quieres publicar tus libros?”, una lucha entre la humildad del escritor y su ego de escritor; y el uso del cronómetro para ir narrando hechos.
- Pág. 74: Empieza a hacerse pesada la historia del robo con allanamiento (lo mismo nos pasa más adelante, llegados a la pág. 90, la historia no parece conducir hacia ninguna parte).
- Llegados a la pág. 82 se hacen repetitivas las escenas de sexo (la primera de la novela y la última son buenas). En cuanto al resto, al ser muy parecidas entre sí, es poco lo que aportan al relato.
- Viaje a la India. Vuelven los apuntes de viaje, aunque más amenos que en China.
- Buena la reflexión sobre “Publicar al estilo que marcan las editoriales”. Pág. 91
- Es bueno el problema: “una vaca cuesta entre cien y ciento cincuenta”. Pág. 103.
- Comienzan los anuncios. No entendemos el guión de la pág. 103: Escena 1. Noche. Interior de un avión de carga.
-¿Por qué la narración del robo con allanamiento comienza en primera persona a partir de la Pág. 111 cuando hasta aquí era en tercera?
- Comienzan relatos en los que no se sabe quién habla. Pág. 112.
- Pág. 114. Es buena la autocrítica: “Que seas incapaz de sostener una historia…”.
- Los guiones escena nos los entendemos.
- A veces, los anuncios tienen que ver con la línea argumental y ahí convencen.
- Es buena la autocrítica de la Pág. 123: “¿Tanto te cuesta inventar un personaje, ubicarlo…?”
- Viaje a México. Es otra historia sin mucho enlace.
- Bueno. P. 128. Publicidad gráfica.
- Bueno. Francia. P. 129.
- Bueno. Crítica de los lectores. P.140.
- El viaje a Marruecos, en cambio, creemos que es cortable.
- Notas. Aunque entendemos que tu idea es escribir con la “naturalidad” de añadir las notas, parecen poco elaboradas.
- Fez. Parece demasiada crónica de viajes.
- Final: Sigue la búsqueda del autor, se le acabó el espacio. Está bien.

REPETICIONES:
Formas gramaticales como “eran bastante malos, los poemas, pero…”
Expresiones como vaina o pimpollo están bien, pero su reiteración le hacen perder efectividad. En cuanto a la alusión a los lectores: “Lectores míos”, “soñados lectores”, ¡Oh, mis certeros lectores!”, etc. disminuyen, a nuestro entender, la calidad literaria del texto.

CONCLUSIÓN:
Según nuestra opinión, la historia va de mayor a menor. Arranca muy bien, pero poco a poco va perdiendo eficacia. La desestructuración general del relato funciona bien al principio, mientras dura la sorpresa por la manera de contar los hechos, pero a medida que se va avanzando, la falta de una trama a la que agarrarse (o historias sorprendentes, o un misterio que desvelar o situaciones inesperadas) hace que los distintos relatos vayan pareciendo trozos sueltos, y a veces inconexos, de la vida, la memoria o la imaginación de una persona, que a cada cual le pueden resultar más o menos interesante. El problema es que cuando hay algo que no interesa, al no estar enganchado a ninguna trama, automáticamente hace que el lector pierda el interés por la historia. En algún mail que nos mandaste aceptabas que la novela había sido escrita tal vez demasiado precipitadamente, y algo de eso es lo que se nota. Sin duda que tu obra tiene cosas muy interesantes, desde el propio planteamiento hasta el hecho de no mencionar a las personas por su nombre en la amplia mayoría de los relatos, pasando por muchas de las reflexiones, experimentos y “problemas” que salpican el texto. Pero da la sensación que le falta trabajo para darle una unidad, una red general que impida que el interés se caiga si alguna parte del relato no resulta del todo atractiva para el lector.
Creemos percibir que tu intención es escribir una anti-novela, una historia que, en realidad, no vaya a ninguna parte en especial, casi un blog personal en el que el protagonista va relatando lo que le pasa, lo que piensa, su historia personal, pero nuestra opinión es que incluso en un texto de este estilo necesariamente tiene que haber “algo” que sostenga el interés de principio a fin. Y a veces ese “algo”, que aquí podría ser la historia del protagonista con su amor recurrente o con su ex o su búsqueda de trabajo o todo eso junto, se pierde o se hace difícil de encontrar.
Por supuesto, la novela es tuya y tuya tiene que ser la decisión de qué hacer con ella. Para nosotros, el primer paso para conseguir una obra más redonda, menos dispersa, y sin duda más “comercial” (si queremos que se publique) desde el punto de vista de un editor, sería acortarla. De la sinopsis se desprende cuáles partes nos convencen más y cuáles menos. Por supuesto, es nuestra opinión, que no tiene por qué coincidir con la tuya, pero sí tenemos claro que es necesario reducir bastante el número de páginas para disminuir la sensación de confusión que si bien explica bien lo que le ocurre al protagonista, puede agobiar al lector si percibe que no conduce a ninguna parte. Con menos páginas (que se pueden quitar de algunos detalles de la autobiografía del narrador, de las crónicas de viajes, de las reflexiones o apostillas que creas menos trascendentes o de cualquier otro apartado que entiendas más superfluo) seguramente quedaría más concentrado el meollo de la confusión del protagonista y quizás sólo con eso se conseguiría la red que sostenga toda la desestructurada estructura del relato.
En definitiva, creemos que el planteamiento de un narrador que no sabe cómo construir su novela (con la crítica a las editoriales y los gustos comerciales) es original y puede dar mucho juego tal como está contado. Pero nos parece complicado lograr un editor que apueste por tu relato tal como está en estos momentos. Hace unos días un artesano en madera nos dijo que la estatuilla que había tallado ya estaba dentro del árbol, que él sólo había quitado la madera sobrante. Tú dirás si estás dispuesto o no a retomar tu relato y darle algunas vueltas para quitarle lo que sobra y acabar de sacar la muy buena historia que tiene adentro.

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