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miércoles, 21 de mayo de 2008

GALACTUS: ANTOLOGIA. DISCO 2

CRONISTA: CON SU ÚLTIMO DISCO GALACTUS DEFRAUDA... CONTRA LAS EXPECTATIVAS, MEJORA

Recibí el último trabajo de Galactus con ilusión pero, cuando comencé a
escucharlo, mi sueño hizo aguas. Puse a sonar, por azar, el track once, me
encontré con un sonido extraño. Yo esperaba el caos de ruido y
chillidos que, hasta ahora, ha sido la constante del grupo y, vaya
putada, no, los muchachos comienzan a producir algo que casi parece serio.
Tengo que admitir mi mala suerte, el track once es el menos Galactus de
todos, el mejor hecho. Pero luego me volvió la mala leche cuando, en el
track dos, propiedad intelectual del grupo o de su ex-manager (no lo tengo
muy claro, ya vendrán las luchas intestinas luego, cuando la fama no llegue
pero los delirios de la droga sí), encontré una idea ingeniosa sosteniendo
la canción. Por suerte, la idea supera a la obra, como es normal. Continué
avanzando, esperando la gran cagada que justificara mi trabajo como cronista
honorario, luego expulsado, después execrado, a continuación readmitido, y
próximamente exiliado de Galactus, pero la gran cagada no aparece. Sentí que
estaba perdiendo el tiempo, que así no se puede trabajar. Por eso, cuando
llegué al track doce y me encontré con una cancioncita simpática, quité el
Cd y al carajo, me dedique a escuchar a Pimpinela Escarlata, música de
verdad. Como siga por este camino, Galactus perderá el interés para la
crítica.

EL BATERISTA: Estimado (ex?) cronista:
te debes haber equivocado de disco.
Galactus no hace tracks.

EL OTRO CRONISTA: has perdido garra, mordiente, tu espíritu crítico se está acomodando. Porque Galactus es, sencillamente, el grupo más deleznable de la historia de la Música de Verbena y Cumpleaños de la Finca, meterlos en el cajón del Rocanrol es ya una traición al estilo musical que tanto amamos. En cuanto a la estéril disputa lingüística tracks/canciones: cuando pongo el posavasos de Galactus en el reproductor aparece en la pantalla "Churro nº 2", o "Fiasco nº 6", y así sucesivamente, lo cual dice mucho del buen gusto de mi equipo estereofónico.

A la banda: propongo un cambio de nombre, algo así como "La Oreja de Van Gaal" os haría más justicia.

Un cordial corte de mangas, mamones todos.

EL CRONISTA: Tracks, eso decía el disquito. Del uno al trece. No sé si es mi ordenador, o un error de producción, pero decía track, bien claro, en la pantallita que se abrió.

PS. Debo agradecer a la producción la gentileza de cambiarme el nombre, desapareciendo mi primer apellido. Además, el error tiene antecedentes más modesto: lo mismo hicieron los de la Biblioteca Cervantes en Nueva York, podéis revisar en el Google.

EL GUITARRISTA: ¿"disquito"???
Espero, por tu bien, que se trate de un sudaquismo: por si acaso, de
momento estas castigado sin usar el jet privado para tu traslado a
París.

EL CRONISTA: ¿cómo es eso del jet privado?

EL GUITARRISTA: Te jodes: puedes creerme cuando te digo que no irás a París en el jet de Galactus. Aunque ahora intentes hacernos la rosca. No funcionará.

EL CRONISTA: Total, ¿para qué quiero llegar a París en un avión lleno de groopies desnudas, libidinosas, llenas de lascivia, sifilíticas, expertas en orgías y borracheras? Después, quizá quede mal parado con las parisinas, y entre una gringa loca y una francesa sofistiqué yo tiro por la segunda, está claro. Es verdad, Galactus es una mierda, estoy de acuerdo con Alejandro en todo lo que dice, y mucho más. Y la verdad es que no han mejorado un carajo, Uri sigue superando al desafinado de la bossa nova; David va más allá que el célebre baterista manco de Deff Lepard o como se llamen, porque parece no tocar con ningún brazo; el bajo ya podrían haberlo alquilado electrónico en los chinos del todo a cien; y la guitarra, bueno, a ver si retomas las clases. De todos modos, lo del jet privado, ¿cómo iba?

EL GUITARRISTA: Es verdad, ¿para qué llegar a París así?

EL OTRO CRONISTA: Hablando de francesas sofistiqués: yo conocí a una franchute políglota y multidisciplinar que silbaba la discografía entera de George Brassens con el ojete, y que además publicó un libro de antipoesía que tituló gráficamente "Y una polla como una manga de lomo". Si quieres, Armando, te doy sus señas: está enterrada en una fosa común en el cementerio de La Planchette, pero vale muerta mucho más que la gran mayoría de las mujeres vivas. Por cierto, ¿qué tal con las parisinas?

Oh, os tengo que dejar, mis jefes me reclaman para parir una campaña antiabortista y homófoba.

EL MANAGER: De tracks, pistas y demás no vale la pena discutir. Galactus no toca canciones. Galactus deconstruye grandes clasicos creando obras indefinibles, probablemente aptas sólo para paladares ferranadrianescos.

Por eso, creo que el nombre apropiado sería "ex-song" (que además da asco, y eso es muy Galactus)

EL GUITARRISTA: Veo que desde que se ha distribuido la foto del jet privado de
Galactus se ha hecho el silencio entre los críticos, escépticos,
incrédulos e indocumentados.

EL CRONISTA: El jet os lo podéis meter por el mismo ojete que usó la ex-amiga de Alejandro para encajarle las melodías de no me acuerdo quién desde una fosa común de los Alpes Californianos. Jesucristo llegó en burro a Jerusalén, y yo haré lo propio. Por cierto que, cuando vayáis a EEUU, os vais a enterar de lo que es la justicia norteamericana, porque con ese logo cutre que inventaron en aquella orgía memorable de la droga más dura que puede consumir Galactus (tienen que dejar el café en ese galpón ruinoso que usan como oficina) las autoridades norteamericanas no verán más que cócteles Molotov, así, cuando entren a inspeccionar y encuentren a las groopies semidesnudas comiéndosela al copiloto (dudo de que las groopies se enteren de que los miembros del grupo andan por allí, invisibles), se armará tal tángana que tendrán una ligera idea de lo que pasa cada tarde en los barrios de Caracas. Gracias Alejandro por tus consejos, trataré de encontrar jabugo en una creperia del Barrio Latino. Por cierto, si quieres darte una vuelta por la ciudad luz, puede que te abra la puerta del apartamento y te deje usar parte de los dieciséis metros cuadrados que lleno. A los demás, esos que, para intentar ganar algo de notoriedad en este mundo que los ignora, se inventaron esa mamonada de Galactus, los invito a que vayan a París, a compartir con los clochards los puentes del Sena. Que se mejoren

EL OTRO CRONISTA: espero por tu bien que tu estancia en la ciudad de la luz te esté sirviendo para encarnar la figura del bohemio, de elegancia parisién y moral barriolatinesca, vestido como un mamarracho y asiduo bebedor del ajenjo que nos inspira: esas son las estrictas reglas que hay que observar para ligar con burguesas parisinas de ésas que fuman como carreteros y citan a Bergman y a Swedenborg mientras se sacan de la raja del culo el elastiquillo de unas bragas de Dior. Anécdota mitómana: Alejandro Sawa recibió de Víctor Hugo un beso en la frente durante su exilio parisino y no se volvió a lavar la cara en su puta vida, a ver si a ti te la chupa una escritora de best-sellers y haces lo propio con tu minga.

Y sí, claro, si se me ocurre pasar por los parises te pido que me alojes en tu caja de cerillas: un consejo de alguien que lleva años viviendo en micropisos: no intentes escribir nada en ellos, siempre te acaba saliendo algo parecido al "Diario de Ana Frank".

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