WORK IN PROGRESS

martes, 29 de abril de 2008

sin titulo: fragmento

El desayuno muy bien, gracias, con frijoles y tacos y enchiladas y guacamol y no sigo, que me está dando hambre; mejor que la mayoría de los hoteles, aunque nada comparado con lo que descubrí después, comiendo en los mercados populares.
Caminé los diez minutos que me separaban del lugar de la Feria. Entré con un pase que me había dejado el contacto la noche anterior. Gente, por todos lados. El gran business del libro, con mesas para negociar y los stands de las editoriales exhibiendo en metros cuadrados su peso en el mercado. Algunas editoriales usaban tipas buenas con falda corta y mariachis para las presentaciones de las novedades. En resumen, mamonadas, nada interesante.
Compré un libro de José Roberto Duque; compré también una historia de México; busqué la editorial donde publicaron una antología que tenía un texto mío, que nunca me llegó; el tipo que atendía no me quiso dar un ejemplar porque no estaba la señora no sé quién, su jefa, y yo me negué a soltar pasta para comprarme; conseguí, después de mucho insistir, que los de la organización de la feria me dejaran entrar a mi cuenta de correos para imprimir tres hojas con los textos que pensaba leer al día siguiente, porque mi maleta, con los papeles adentro, seguía por allí paseando, como me dijeron los del aeropuerto, por teléfono, en el hotel; me di cuenta, otra vez, de que los escritores son el eslabón menos importante en este negocio; di un par de vueltas; y cuando comencé a sentir gentefobia me largué; tenía que hacer tiempo mientras llegaba la hora de reunirme con el contacto, que me quería invitar a almorzar y mostrarme no sé qué.
Salí a caminar por los alrededores. Entré a un centro comercial amplio, abierto, estilo ranchero, supongo, con aire de parque temático, como les gusta a los norteamericanos y a los sudaquitas del patio trasero, “una raza unida, la que Bolívar soñó”, como dice Rubén Blades; estaba casi vacío, las tiendas comenzaban a abrir. Compré un cepillo de dientes en un supermercado. Me senté a coger sol, hojear los libros que había comprado, y mirar a la gente que, aburrida, movía su cotidianidad frente a mí.

*

Publicidad gráfica: panes pequeños con formas fálicas, cuerpos de mujeres con tetas gigantes, parejas copulando en distintas posturas, todo un catálogo de obscenidades, una junto a otra, sobre una tela teñida de púrpura, hechas de pan. Abajo, en letras clásicas: "La vida cotidiana en el Imperio Romano. Exposición", lugar y fechas.

*

Publicidad gráfica: trastos viejos, inútiles, plásticos y metálicos, oxidados, extendidos sobre un amplio suelo de parquet. Los colores puros de los cacharros plásticos acompañan a las líneas firmes de los trastos metálicos, en un diseño que recuerda a Kandinsky, o algo así. Abajo, en letras de tipografía indefinible, un nombre comercial de una agencia de interiorismo.

loire: dos castillos





lunes, 28 de abril de 2008

sin titulo: fragmento

Retrato: una mujer sentada en un banco de madera, con la cabeza fuera de la imagen, vestida de negro, sostiene una foto de un hombre de cuarenta y tantos años. Una sombra larga, humana, atraviesa la imagen desde la derecha, cortando la doble línea del borde de la carretera junto a los pies de la mujer que sostiene la foto, y atrayendo la vista hacia una tapa de cemento que se hunde en el suelo de la carretera.
--¿Por qué te gusta esta foto?
--Porque sólo está la cara del hombre retratado, que mira dos (más bien tres) veces muerto, desde un quién sabe dónde más allá.

*

Retrato:
--¿Estoy bueno?
--Del carajo, tienes cara de chimpancés.
--No marico de verdad, a que tengo la cara bonita.
--Seguro.
--Tú estás bueno.
--Buenísimo, soy uno de los carajos más buenos que están ahora en China, lo que pasa es que nadie se ha dado cuenta.
--Yo sí.
--Gracias.

*

Retrato: no se qué de la danza, un mes de espectáculos, conferencias y videos continuos, auditorio con tres pantallas gigantes, entrada libre, documental sobre jooss, sus orígenes, un clochard entra, se acerca, salta la fila de sillas sin despegarse del suelo, muestra un talón desnudo, sucio, se sienta detrás, no muy lejos, suena la pavana para una infanta difunta, en las pantallas una mujer, vestida de menina, se mueve entrecortada, mitad bailarina, mitad autómata, acompañada por un grupo de figuras oscuras, el clochard ronca, comentarios, videos de archivo, y letras "la table verte", dos grupos de bailarines enmascarados de viejos decrépitos, gesticulan y bailan saltan a los lados de una mesa larga, el clochard se despierta, no porque le interese lo de joss, sino por una niña que sale corriendo retumbando la tarima, porque los artistas no le sirven a los marginados, o sí, a veces, para abrir una sala seca, climatizada y oscura con entrada libre, para proyectar, en las tres pantallas, a un hombre pintado, moviendo una bandera, dirigiendo una danza macabra, hasta que el clochard sale, después de saltar la línea de sillas sin despegarse del suelo, otra vez.

domingo, 27 de abril de 2008

venecia: figuras





sábado, 26 de abril de 2008

sin titulo: fragmento

Primera salida. Quedamos un viernes, justo el día antes de encontrar a la aristócrata egipcia. La enfermera (éste es su oficio) había aparecido en la misma página para comentar películas de donde salió la de Castelldefels. Dos o tres meses, creo, de chats y gilipolleces, hasta que por fin se animó a quedar. Era un poco sinuosa, con esto de conocer a alguien aparecido en internet. La esperé junto a la iglesia de Sitges, mirando un rato el atardecer y otro el mar, a veces leyendo a veces escribiendo en el ordenador de bolsillo. Con más de media hora de retraso, cuando ya pensaba que no vendría, llegó. Lo primero que apareció fueron los ojos verdes, grandes, como la sonrisa del famoso gato. Después de los ojos algo como un piercing en un diente, que me tuvo la mitad de la noche curioso hasta que por fin le pregunté qué hacía eso allí. Nos saludamos, nos miramos, nos evaluamos mientras bajábamos las escaleras hasta su coche, que había dejado mal aparcado. Le pregunté, de chiste, por qué pasó junto a mí como sin reconocerme, si tenía mucha cara de chungo, si estaba tratando de escapar; que no, que quería estar segura de que era yo. Encontramos una plaza de parking. Le pedí que escogiera el lugar, porque ella vivía en un pueblo cerca y muchas veces, cuando salía de marcha, venía a Sitges.
Relajados, pegamos un tema con otro, mientras nos iban echando de todas partes, por la hora de cerrar. Acabamos frente al mar, con el viento frío. Poco después de las cuatro se fue. Yo me quedé dando vueltas por el pueblo vacío, esperando el primer tren de la mañana, a las cinco y algo. Un Sitges tranquilo, silencioso, que yo no conocía, mucho mejor que el de carnaval.

Loire: planta nuclear, puente, río





jueves, 24 de abril de 2008

Publicidad gráfica: un viejo vestido de hippie avanza en un parapente, ala delta, ultraligero, o cualquier cacharro de estos que vuelan sin gasolina. El viejo va directamente contra las aspas de uno de esos molinos de viento blancos, largos, delgados y enormes que se usan para generar electricidad. El viejo empuña en una mano, no una lanza, sino un ejemplar de El informe Lugano. En una tipografía que transmita fuerza, poder: "El mundo no se mueve con ilusiones", logo de una empresa petrolera.

*

Publicidad gráfica: en letras de tipografía antigua, estilo Biblia de Gutemberg: “Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Y dijo Dios á Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque la tierra está llena de violencia á causa de los hombres; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca: harás aposentos en el arca y la prepararás bien por dentro y por fuera. Pero estableceré mi pacto contigo, y pondrás en el arca una muestra de tus genes, de los genes de tus hijos y de los de tu mujer, y los genes de las mujeres de tus hijos también irán junto a los tuyos. Y de todo lo que vive, de toda carne, una muestra de ADN meterás en el arca. De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, una muestra del ADN de cada especie entrará contigo para que viva. Y entonces lanzarás el arca al espacio”.
Abajo, en letras amables "Congreso sobre la biodiversidad", lugar y fechas.

*

Retrato:
--Aparte de Lascaux, ¿qué otras grutas hay?
--Todas estas.
--¿Y cuáles son las mejores?
--Yo no puedo decirlo, no puedo favorecer a unas porque a las otras no les gustaría.
--Bueno, cambio la pregunta, ¿en cuáles grutas hay más pinturas?
--Aparte de Lascaux sólo hay pinturas en Roufignac y Font de Gaume, pero aquí no se puede ir sin reservación.
--Y de los poblados trogloditas, ¿cuál es el más auténtico?
--Todos son auténticos.
--Bueno, ¿cuál es el menos preparado para recibir el turismo de masas?
--Eso no lo puedo decir.
--¿Y esto no es una oficina de información turística?
--Sí, pero hay que ser imparcial.
--¿Y cómo se puede informar, siendo imparcial?

venecia: gente







domingo, 20 de abril de 2008

sin titulo: fragmeno

Publicidad gráfica: Carretillas de mano, como las que se usan para transportar materiales de construcción, pero llevando comida a granel; comida sin envases, quiero decir, la comida directamente sobre el metal de las carretillas: cacahuates, sopa de cebolla, steak tartar, torta de queso, etc. Todo muy apetitoso, pero sobre las carretillas de mano. Abajo, en letras estruendosas: "All you can eat, a partir de las 12 del mediodía". Nombre y dirección del restaurante.

*

Y por supuesto que no salió nada, ¡oh mis defraudados lectores!, de Berlín. Ni novela negra ni un carajo, nada. Ahora no sé qué hacer con la novelita del robo con allanamiento. De hecho, estoy pensando dejarla, definitivamente; total, ya se sabe lo que se puede esperar de ella: nada. Y es que, ¿qué sale de una novelita, aunque esté hecha bien? Ni fama ni riquezas, seguro, y menos si está bien hecha; fama y riquezas se consiguen en televisión, que es lo que distrae a la gente. ¿Se saca el dinero de un premio literario?, quizá, pero hay que invertir demasiado en fotocopias y envíos postales, y las probabilidades de ganar algo, si no tienes un buen enchufe, son bastante bajas. Lo mejor que puede salir de una novela es un billete de avión. Y quizá, con algo de suerte, material para un texto, por ejemplo:

*

Feria del libro de Guadalajara, México. Me llegó la invitación por un crítico que, no muy certero, insiste en preocuparse por mis libritos. Un tipo accesible, amigable, que me incluyó en una antología hace muchos años y a quien conocí, personalmente, hace pocos.
Foro de novísimos escritores, se llamaba el parapeto que me puso en Guadalajara un par de días antes de, sin maletas, porque la línea aérea las mandó no sé a dónde, no sé por qué.
En el aeropuerto me esperaba el contacto, un tipo que colaboraba con la organización. Cortés y bien vestido me subió a su camioneta de lujo para beber tequila en uno de los sitios de moda de la ciudad. Cuando nos sentamos, entre el estilo de la decoración y de la gente(pantallas con videos musicales y cirugía mamaria), sentí como que nunca hubiera salido del lugar donde nací.

cracovia: iglesia de estatuas





viernes, 18 de abril de 2008

sin titulo: fragmento

Entré a buscarla en una especie de salón, quizá un restaurante. Caminé entre las mesas, nervioso, hasta que por fin la encontré sentada con un hombre, quizá su marido. Me vio, pero continuó hablando como si no me reconociera, con su gestualidad aristocrática.
De pronto estábamos en lo que debía de ser la habitación de un hotel. Creo que era el mismo de la película de Resnais, En el laberinto de Mariebrand.
¿Qué vamos a hacer?, le pregunté. Ella caminó de una habitación a otra simulando no oírme, como si yo no existiera. Salió desnuda, cubriéndose con una toalla.
¿Quieres venir conmigo al cuarto? Se alejó riéndose con un desprecio que no le conocía, que no pensé que tuviera, o sí, pero no conmigo. Pasaba de una habitación a otra, frente a mí, a mi lado, detrás, no acababa de verla pasar cuando ya salía de una habitación para entrar en otra. Por fin se giró y me dijo "Ven". Me acerqué y, cuando llegué a ella, ya no estaba, como si en vez de carne hubiera estado hecha de aire.

*

Retrato: ¡Espera! ¡Espera! Cerca de aquí está mi escuela, ven a orinar en ella, s'il te plait!

*

Día de sol
Banco de madera, arriba
Un ascensor busca la punta
De la enorme torre de hierro
Y un gilipollas piensa:
Voilà, por fin, la primavera en París!

*

Retrato: los actores se distribuyen como si fueran los acomodadores de la sala.
Pasan los minutos y los actores, como el resto, escuchan, atentos, los ruidos que llegan de atrás de un telón que nunca se abrira.

Loire: piedras, retratos y cartel








martes, 15 de abril de 2008

sin titulo: fragmento

Mapa: Un mundo ideal
En el centro, la vivienda. Desde ella una calle larga sube hasta el río, bordeada de galerías de arte y cafés de mesas tambaleantes; una calle corta desciende al trabajo, directamente, siguiendo una línea del metro junto a la que se lee: menos de diez minutos, tres días y medio a la semana. Junto a la calle larga, un poco a la derecha, los Jardines de Luxemburgo y, después, la plaza Contrescape. Del otro lado del río, hacia arriba, el Pompidou (tierra de la tribu de la mirada petulante).
Alejándose del centro, una línea sinuosa atraviesa la Porte du no retour y se adentra en la ciudad de Barcelona (tierra de la tribu Mírame el ombligo); distintos puntos llevan nombres de amigos, amigas y amor recurrente. Al suroeste está Sitges, con dibujos turísticos de la iglesia, el paseo junto a la playa y las calles; y al norte Gerona, la Costa Brava, y Cadaqués (tierra de la tribu Aquí vivió y murió el genio-payaso de los bigotitos).
Hacia la derecha del mapa, ocupando un buen trozo, Italia (tierra de la tribu Cómo gritan pero qué buenas están), dividida en cinco provincias: Génova, Venecia, Florencia, Roma, y Costa Amalfitana. Tocando a Italia, en el extremo superior derecho, Moscú (tierra de la tribu No estamos cabreados, es que sobrios somos serios), y en el extremo inferior derecho, Estambul (tierra de la tribu Bienvenidos extranjeros, queremos que nos dejen ser como ustedes). Junto a Moscú, al Este, China (tierra de la tribu Aquí trabajan hasta los muertos), atravesada por una línea que sigue un itinerario de viaje; y al Este de Estambul la India (tierra de la tribu No te des mala vida, déjalo como está), con un gran punto negro en el centro que dice Orsha, y dibujos de selva y templos y cuevas con frescos.
Al suroeste de Estambul está Grecia (tierra de la tribu Somos campechanos pero no nos damos cuenta), agua, Creta (dibujos del templo de Cnosos), agua, y Egipto, con el Cairo y un gran signo de interrogación…

venecia: fragmentos





viernes, 11 de abril de 2008

sin titulo: fragmento

Publicidad gráfica: arriba, en letras de caligrafía amanerada, un poco ridícula, como la que se usa normalmente en las tarjetas de boda, se lee: "Historia de mi vida".
De izquierda a derecha y de arriba a abajo, la misma mujer posa con individuos diferentes. Cada uno de los individuos lleva, en el centro de la cara, tapando sus rasgos, una foto con un objeto característico. Por ejemplo, en el personaje que adivinamos baterista de un grupo de rock la foto que cubre su cara muestra una botella de whisky vacía; la foto del yuppie restos de un polvo blanco sobre un vidrio; la del niño bueno una compota para bebé acabada; el último, el tipo serio, un vaso de agua por la mitad.
En el extremo inferior de la imagen: "Para cada etapa de tu vida". Tienda de ropa interior femenina.
*
Berlín, claro, ¿qué mejor lugar, ¡oh, mis cosmopolitas amigos!, para una historia de huida y organizaciones secretas? Esta extraña ciudad, partida en dos, todavía huele a Guerra fría. U olía, tengo varios años sin ir. Y éste es, justamente, el problema. Inventar una historia para nuestro héroe, al estilo de los libritos de Le Carré, de memoria, sin estar en el sitio, es jodido. Porque de Berlín recuerdo, sobre todo, un barrio bohemio, una especie de Soho, cerca de la plaza Rosa Luxemburgo, en lo que fue la zona oriental de la ciudad.
Entré a un bar, de tarde, con mesas en el patio común de unos edificios alguna vez residenciales, ahora aspirantes a demolición. En el bar, en ese espacio abierto, mesas viejas, de madera, recogidas de la calle, seguramente. Buena música, creo que Pink Floyd añejo, Time, si no me acuerdo mal, y grupos de jóvenes, rollo cultura alternativa, hablando y riéndose. También había ratas. Ratas negras, grandes, de cañería, que venían a buscar no sé qué en las bolsas de basura puestas junto a la puerta por la que se entraba al bar desde este patio. Algunas chicas señalaban las ratas riéndose asqueadas, levantaban los pies para apoyarlos en el borde de las sillas, mientras las ratas iban y venían, despreocupadas, como si no fuera con ellas. Nunca había visto nada parecido, ni siquiera en África. Nunca imaginé, en Europa, y mucho menos en Alemania, que podría beber cerveza pendiente de que una rata no me mordiera los pies. ¡Cojonudo! ¡Esperanzador! Quizá este continente, que cada vez parece más un geriátrico gigante, todavía pueda salvarse. Pero claro, ¿qué tiene que ver todo esto con la novelita del robo con allanamiento?,¡oh mis profundos lectores! Nada, por supuesto. Con esa novelita no tiene que ver nada. Frases perdidas, lectura malgastada.
*
Desde afuera se ve fácil, ¡oh, mis crueles amigos! Pero no, para mí, por lo menos, no lo es. Creo que no tengo imaginación, no me sale.
¿Tanto te cuesta inventar un personaje, ubicarlo en una historia que siga una estructura clásica de presentación, desarrollo, clímax y desenlace, que esconda un mensaje, una moraleja, tan difícil es? Imagino vuestras caras largas, sorprendidas, preguntando.
Pues sí, me parece jodidísimo, porque tengo la impresión de que a estas alturas de la historia es una grandísima mamonada, todo eso de inventarse cositas y escribirlas; como jugar a los carritos, pero arterioesclerótico y desdentado.
Y entonces, si no te lo crees, ¿para qué escribes?, los escucho, otra vez.
No sé, pero discutirlo lo encuentro todavía más gilipollas, así que mejor me dejo de pendejadas y sigo con mi novelita del robo con allanamiento, tranquilamente, y ya, reparando lo escrito hasta ahora, que no sirve para nada, insustancial, el personaje yendo y viniendo, como el bolso de mano de una azafata de vuelo, así, sin más (ni siquiera James Bond está tan hueco).
Podría copiar el estilo de aquel noruego, o sueco, ya no me acuerdo, que se ha hecho rico escribiendo novela negra y que estuve leyendo para plagiarlo en mi novelita del robo con allanamiento.
Pero joder, se me ha olvidado. Sé que el tipo usaba una fórmula resultona y fácil, algo así como 1- hombre común aunque talentoso 2- de oficio policía, a punto de retirarse 3- divorciado y solitario 4- se enfrenta a un caso de homicidio complicado 5- vinculado a gente muy poderosa y mala 6-contra viento y marea el policía persiste en el caso 7-teniendo que enfrentar, paralelamente, sus problemas familiares, los mismos del lector medio 8- cuando parece claro que ha sido vencido por los poderosos muy malos 9- por su perseverancia y arriesgando su vida, acaba triunfando.
Éste se supone que debería ser el esqueleto y, adelante, una escritura que suene como una película narrada, añadiendo de vez en cuando reflexiones un poco gilipollas sobre los males de nuestros tiempos, cubiertas de un tufillo sutilmente moralizante y esperanzador, aunque el tono de la novela sea, en general, más bien serio y tristón.
Pues como eso, pero en Berlín, y con nuestro personaje, a ver si sale.

orleans: catedral





jueves, 10 de abril de 2008

sin titulo: fragmento

Cheri, deberías haber visto a las mujeres en el funeral de hoy para comprender lo que es El Cairo. Todo el chichi y la creme de la creme, cada una con su cartera Gucci o Louis Vuiton y las narices apuntando al cielo. Me hubiera gustado que lo vieras porque me habría divertido mucho escuchando tu opinión.
*
Mapa: Una cabeza simbólica.
En el cráneo tres zonas principales, en vertical, cada una dividida en cuatro apartados.
Primera zona: knowledge, wisdom. Cultura, ciencia, filosofía y arte. En el cajón de la filosofía pintado un violincito, no se sabe para qué, entre un reloj y otra cosa; la sensación es un poco caótica.
Segunda zona: association, love. Religión, matrimonio, familia y hogar. Salpicadas, por aquí y por allá, entre los dibujitos, palabras como fidelidad, devoción, patriotismo, esperanza, etc.
Tercera zona: industry arise from will. Gobierno, trabajo, riqueza y comercio. Una pirámide, un tipo coronando a una mujer, un perro debajo de la palabra caution, un arcabucero detrás de la palabra defence.
Luego, por la cara y el cuello, palabras sueltas: ambición, firmeza, dignidad, etc. Junto a la palabra Action, se lee: cada órgano de la mente se conecta, en acción y simpatía, con una parte concreta de la cara y el cuerpo; pero están menos especializados en el cuerpo que en el cerebro [?].
*
Quisiera que estuvieras aquí. Me siento tan sola y presionada. Estoy caminando hacia la casa de mi tío en este momento para intentar convencerlo de que autorice mi divorcio.
*
Mapa: Cataratas de la desesperación eterna.
Al fondo una montaña iluminada sobre la que se lee Heaven. En el camino hacia el espectador, que está ubicado, curiosamente, del lado chungo, las Planicies de la regeneración, a las que se entra por una puerta que dice Fe. A ambos lados de la puerta se extiende el Impenetrable cerco del pecado, y es de este lado, donde estamos, que aparecen nombres y detalles.
Un pantano oscuro y un río central bordeado de faros. El río se alimenta de lagunas, llamadas Malas lecturas y compañías, Asesinato pre-natal, Negligencia, Pasión, Orgullo, Juegos de cartas, Brujería, Bares, Divorcio, etc. Los canales que comunican las lagunas con el río principal se llaman del robo, del adulterio, de la desobediencia a los padres, de la blasfemia.
Y finalmente, frente al espectador, las cataratas por donde los barquitos caen, o se lanzan, ligera, feliz e irremediablemente, de cabezas.
*
Me voy a trabajar cheri. Creo que me he deprimido con tanta presión, ya no quiero escuchar nada más. Yo sólo quiero estar contigo, pero no sé qué decir. Me siento perdida.

venecia: lluvia







sábado, 5 de abril de 2008

sin titulo: fragmento

No sólo eres tacaño sino además pedigüeño; no te basta con el techo, también quieres comida; te sirves la mejor parte y, para colmo, dejas el plato lleno. Para ti ser pobre no es un problema, eso está claro; el problema, entiendo, pretendes que sea para mí.

*

Problema: un criminal huye de algo, pero no sabe de qué. Eso que lo persigue (si en realidad es perseguido por algo) puede tener tres caras.
Puede ser un ente omnipotente, contra el que no vale la pena luchar; así que lo mejor sería sentarse en el suelo, mirar el paso de los días, y disfrutar de la vida hasta que pase lo que tenga que pasar.
Podría ser también un ente poderoso, pero no omnipotente, del que es posible alejarse y escapar. O, por último, podría ser simplemente una pandilla de degenerados y gamberros, que cuando se aburran ya no molestarán más.
Pregunta: ¿cuando sales de paseo, los domingos, y te echas sobre el césped, tranquilamente, a tomar el sol, buscando formas en las nubes y toda la pollada, sabes, realmente, quién está detrás de ti? Una histérica que parió para gritar en público, me dirás; pero no, seguro que no, y mejor así porque, hagas lo que hagas, sólo lo sabrás cuando te caiga encima, y entonces ya será tarde; te quedarás así, inmóvil, aplastado por tu destino, hasta el día del Juicio Final, si es que llega.

*

Publicidad gráfica: en la base de la pirámide, donde normalmente están las especies vegetales típicas del bioma, hay fábricas y casas y paradas de bus y mercados y edificios públicos y etc.
Sobre la base, en el lugar de los herbívoros, todos los que un gastado marxista llamaría proletarios. También se puede poner directamente aquella famosa pintura que ahora no recuerdo cómo se llama, la que usa Bertolucci para cerrar Novecento.
Sobre los herbívoros-proletarios, en el puesto de los omnívoros, los empleados cualificados, la clase media, con sus disfraces de enfermera, contable, ingeniero, profesor, abogado, y todo eso.
Sobre ellos, lógico, los predadores: medianos empresarios, puestos de mando en organizaciones fuertes, etc.
Arriba, los superpredadores, ya se sabe, los de siempre.
Y, para acabar, en la parte más alta de la pirámide, los carroñeros, una buena pandilla de mendigos y fascinerosos o, como se diría, de vagos y maleantes.
Abajo a la derecha, discretamente llamativo, el logo del partido conservador o, quizá, de un partido radical de izquierdas, lo que vaya mejor, da igual.

normandia: casetas




jueves, 3 de abril de 2008

Y así, ¡oh despiertos lectores!, pasó la noche nuestro amigo, despertándose aterrado con una pesadilla distinta cada veinte segundos.
Para mejorar la historia comenzó a caer una tormenta tropical, en el medio de los Alpes.
La tienda de campaña se inundó, dejando mi pasaporte hecho una sopa, las letras emborronadas. La ropa, la cámara, los zapatos, todo, un caldo.
Alguna vez, de madrugada, recuerdo haberme descubierto intentando abrir la cremallera de la tienda de campaña para salir.
Pero ya pasó, y ahora lo importante es que al amanecer nuestro protagonista tenía la cabeza en su sitio, más o menos, sin alucinaciones paranoicas; y entonces, ¡oh sensatos lectores!, toca decidir qué hacer con él.

*

En la novelita del robo con allanamiento lo subía a un barco de transporte de pasajeros que le daba vueltas al lago, atracando en cada pueblo que veía. Después lo hacía escapar, ¡oh mis firmes amigos!, usando un avión que lo ponía ya no me acuerdo dónde, creo que en Estambul.
Pero aquí, por aquello de la estructura de los capítulos, el tipo no puede, todavía, salir de Europa. Mi otra idea, atravesar Suiza e Italia para meter a nuestro amigo en Ravello, es demasiado ampulosa para un espacio tan modesto. Además, allí no hay mucho que hacer, sobre todo para un prófugo.
Por eso mejor quedarse en Alemania, y mandar a nuestro personaje a Berlín, ¿no?, la menos alemana de las ciudades aledañas o, por lo menos, la más viva de todas. Pero el trabajo de la dictadura nazi fue bueno, una maravilla, en cuanto a limpieza, y todas las cabezas brillantes se fueron al carajo. Tenían tino, los nazis, se cargaron, realmente, lo mejor que había. Entonces, decapitados desde hace sólo dos generaciones, los tipos tendrían que chupar de afuera, y no sé qué espacio haya en Alemania para lo extranjero, porque en el fondo por aquí sigue habiendo demasiadas cabezas cuadradas y un poco nazis. La dulce y esperpéntica decadencia de los años veinte se fue para no volver, creo yo, pero no estamos aquí para escuchar mis gilipolleces rimbombantes, ¿no?, sino para divertirnos con una novelita ligera, ¡oh mis distraídos lectores!

*

--¿No crees que pueda hacerse repetitivo conmigo? Yo no soy muy experimentada, precisamente.
--Tú tienes todo lo necesario: disfrutas de tu cuerpo y eres absolutamente libre, tienes la actitud correcta; es una de las ventajas de ser aristócrata.
--¡Yo no soy aristócrata!
--¡Joder claro que sí! Mírate, y mira como actúas. Pero eso no es malo, es tu estado natural.
--¿Y qué significa para ti ser aristócrata?
--Sentir que tienes un derecho natural a ocupar la punta de la pirámide social, sin cuestionártelo, pensando que así será siempre, porque toda la vida lo has vivido, y lo has visto en tu familia, desde siempre.
--¿Y eso qué tiene que ver con el sexo?
--Que no te sientes nunca manipulada, porque te has acostumbrado a usar tú a los demás.
--¿Manipulada en el sexo? ¿Contigo? Si todo lo que hacemos lo disfrutamos los dos.
--Claro, pero no tienes tabúes, eso es perfecto. Eres aristocráticamente libre, sin prejuicios religiosos, ni cosas incorrectas, ni todas las estupideces represoras del bien pensantismo burgués típico de la clase media. Pero no me hagas caso, estoy hablando tonterías, casi un discurso político.
--Te entiendo.
--Quizá hay otra ventaja, y es que al ser musulmana no te han machacado en la escuela con gilipolleces cristianas. Por lo que me has dicho no tocan el tema sexo, así que cada quien lo lleva como mejor le parece, según lo que oye en casa.
--El sexo es un asunto privado, nadie te debe decir lo que tienes que hacer.
--La iglesia cristiana sí, ha exprimido las bondades del complejo de culpa desde hace siglos. Siempre eres culpable de algo, incluso dentro de la vida matrimonial.
--Yo he pensado en eso muchas veces.
--¿Por qué lo dices?
--Por mi marido, por cómo me siento con él.
--Si tuvieras que volver con tu marido es muy probable que nos hagamos amantes.
--¡No, yo no quiero volver con él!
--Pero si pasara...
--¿Tú y yo amantes? ¡No! Yo quiero estar contigo ¿Amantes para qué? ¿Mientras encuentras a otra y comienzas una relación real?
--La relación de amantes es tan real como cualquiera.
--¿Follar escondidos es real? Eso sería sólo una forma de escapar.
--La relación de amantes puede ser más íntima que cualquier matrimonio, por lo menos esa es mi experiencia reciente.
--Te estaban usando para escapar de un matrimonio aburrido.
--No, ella estaba bien hasta que yo llegué, nunca había vivido, casada, una historia con nadie. Pero siempre tuvimos mucha afinidad.
--No, su buen matrimonio era sólo una apariencia; ella estaba lista para caer y tú llegaste.
--Ella ama a su marido y disfruta la vida que llevan, y ahora vuelve a estar tranquila, pero conmigo se descontroló.
--Lujuria, deseo.
--Era más que eso; en algún momento estuvo dispuesta a cambiar todo para estar conmigo.
--Una locura temporal.
--Sí, es un buen nombre, pero igualmente es real.
--A veces la mente juega con uno; entonces hay que detenerse y reflexionar.
--Me asusta lo que dices.
--¿Por que?
--Porque creo que hablas de ti, no de ella.

venecia: varios





miércoles, 2 de abril de 2008

sin titulo: fragmento

--Árabe, musulmana, africana...
--Pero pareces francesa, y además estás en un sector donde hay dinero, y en el que poca gente habla un árabe fluido.
--Están los marroquíes.
--Tú además dominas el inglés y el francés perfectamente, eres muy guapa y lista, una excelente carta de presentación para cualquier empresa relacionada con países árabes.
--Bueno, lo podría intentar, pero antes quisiera estudiar una maestría.
--Sí claro, exploras mientras estudias, y después decides.
--Con un visado de estudiante puedo trabajar dieciocho horas a la semana.
--Si encuentras una buena oferta yo podría ayudarte con los papeles.
--No, yo abuso de ti sólo en la cama.
--No es un abuso, es una necesidad práctica, nada más.
--¿Me estás diciendo que me case contigo por razones prácticas?
--No, yo espero que podamos estar bien juntos, estoy convencido, pero si no funciona no me importaría ayudarte con esto.
--¿Y después qué?, ¿otro divorcio?, ¡no gracias!
--Yo sólo quiero estar contigo, casado o no, como sea, pero estoy pensando, maquiavélicamente, en dos escenarios; en el primero, podemos amarnos como ahora toda la vida, esto sería ideal, y es lo que quiero; en el segundo escenario estamos juntos, lo intentamos, pero no sale bien, y entonces, abrirte la opción de trabajar y vivir en Europa para mí no es un problema.
--No, gracias, no necesito favores de nadie.
--Sólo era una idea, pero eres como yo, te carcome el orgullo.
--Pues sí, un poco :).
--Estoy seguro de que encontrarás un buen trabajo.
--En Europa es difícil.
--Depende del sector, en humanidades es una mierda, es frustrante.
--Pero tú lo has hecho bien, has disfrutado de la vida.
--Bueno, sí, no me quejo.
--Yo creo que eso vale mucho más que cualquier empleo.
--Ya, pero tengo la sensación de haber perdido el tiempo estudiando, podría haber hecho lo que hago ahora desde los veinte años.
--Yo tampoco he usado nunca mis estudios para trabajar.
--Pero tienes un empleo cualificado, mientras que yo tengo que esconder la cualificación para tener un empleo.
--La gente no entendería por qué un abogado puede querer un trabajo sencillo.
--La repuesta es el mercado de trabajo y la migración; mientras más te especializas más se reduce el área de trabajo, y los pocos puestos van a manos de los locales, que están mejor relacionados; si la oferta de trabajo no es lo suficientemente grande como para necesitar mano de obra importada entonces los posgrados se vuelven un defecto.
--¿Por eso no lo terminaste?
--No, lo dejé porque para mí el doctorado no era una meta, era la manera de venir a Europa con un crédito de estudios; además, el doctorado sirve básicamente para dar clases, y mi padre era profesor en la universidad; conozco ese tipo de vida, me aburriría tanta estabilidad, año tras año haciendo lo mismo.
--¿Y entonces cómo esperas que yo encuentre un trabajo en Europa?
--Porque estás en un área donde se necesita gente. Además eres guapa, seguro te emplean.
--¿Como prostituta?
--Es una opción, dicen que se gana bien.
--Bastardo.


*


--Capulla.
--Te amo.
--Y yo a ti, mucho, pero tienes que modernizar tu repertorio de insultos en español, bastardo es demasiado clásico, casi elegante.
--¿Fija de puta está bien?
--No, ese no existe, hijo de puta, me tendrías que decir.
--¿Y cuál más?
--¿Insultos duros, medios o suaves?
--Medios.
--Cabrón está bien, en España.
--¿Y qué significa?
--El marido de una adúltera, que lo sabe y no hace nada; ¡como yo!, ya ves, hasta me viene bien.
--¿Como tú por qué?
--Porque cuando decidimos separarnos le pregunté a mi ex si estaba o había estado con alguien y me contó, con gusto, de una buena cadena.
--¿Cómo te sentiste?
--Al principio no muy bien, claro; me fui a caminar por las montañas, al norte de España, una zona que se llama Cantabria, y estuve pensando en el tema; usé toda mi ironía y mi humor ácido contra mí mismo, me reí cínicamente de mi orgullo, y acabé viendo que podía aprovecharlo como una lección, si entendía el por qué.
--¿Y cuál fue el por qué?
--Muchas cosas pero, básicamente, había mucho de venganza, porque la hice sentir que ella no era importante para mí.
--¿Y por qué la hiciste sentir así?
--Uf, una historia complicada, ¿de verdad la quieres oír?


*


Me dices que tus amigos creen que te harás rico. Yo pienso igual. Eres lo bastante listo para conseguirlo, y suficientemente tonto para necesitarlo.


*


Publicidad gráfica: una tortuguita, con expresión asustadiza, parece avanzar por un camino florido en cuyos bordes se extienden, serpenteando hacia el horizonte, decenas de animalitos de peluche crucificados como en el Espartaco de Kubric. Pintada en el caparazón de la tortuguita una reproducción de El jardín de las delicias de El Bosco.
En el extremo inferior de la imagen, en letras de una tipografía clara: "Cada día miles de niños sufren terribles pesadillas. ONG, contra el maltrato infantil. Teléfono y dirección web".

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