WORK IN PROGRESS

jueves, 1 de febrero de 2007

microrrelato

Un criminal huye de algo, aunque no sabe bien de qué. Eso que lo persigue, si es que en realidad lo persigue algo, puede tener, según su juicio, tres apariencias, si es que a eso se le puede llamar apariencias.
La primera es la de una organización omnipotente, de alcance global, capaz de superar cualquier autoridad local o nacional para ejercer su poder aún violando el orden público y las buenas costumbres. Contra una organización de esta naturaleza, por supuesto, lo mejor que el criminal puede hacer es sentarse en el suelo y esperar que vengan a recogerlo.
La segunda apariencia es la de una organización poderosa, pero no omnipotente, limitada para violar el orden público y las buenas costumbres, que pierde efectividad en el ejercicio de su poder a medida que se aleja de su centro. Contra una organización así el criminal, lo mejor que puede hacer, naturalmente, es alejarse rápidamente del centro de la organización.
La tercera apariencia es la de una organización (llamémosla así para darle un nombre, porque en realidad se trata de un grupo de inconscientes que se reúnen cada noche para hacer gamberradas) sólo tiene capacidad de acción en los alrededores de su domicilio, y fuera de allí más le vale cuidarse para que a una de las organizaciones anteriores no le de por acabar con ella. Frente a una organización de este tipo el criminal lo mejor que puede hacer es alquilar un bote de pedales y pasar parte del domingo dándole vueltas al lago artificial del parque.
Pero entonces, mientras siente la brisa fresca y deja que el sol le acaricie la cara, al criminal le da por pensar que una apariencia oscura, infalible, omnipotente, lo observa silenciosa desde el fondo del lago.
Y a partir de ese momento le da por reír, sabiendo que, haga lo que haga, no vale la pena hacer nada, y es entonces cuando, ahora sí, realmente, comienza a disfrutar del paseo y del domingo, y de cada uno de los segundos que, quizá, sean el momento que antecede al instante fatal de su ruina.

1 comentario:

juana castañeda dijo...

yo quiero saber, ¿donde sa toma el autobus para guilin sepia?