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lunes, 7 de enero de 2008

despropositos a partir de un video casero


http://www.youtube.com/wat ch?v=TdN9fVphAh0

1. ¡Coño ¿Y esto qué es?!

¿Una caravana de señoritos haciendo caridad en caracas? Joder, me recuerda a la película Cándido, de Berlanga, donde un grupo de beatas compite, en Navidad, dándole de cenar cada una a su pordioserito. Creo que es el típico caso de un tiro por la culata, desde el punto de vista publicitario, digo. Creo que el menaje está claro: "nosotros somos chéveres, vivimos bien, somos bonitos, blanquitos, tenemos nuestros super carros, pero también nuestros corazoncitos". No sé, justo lo que la turba chavista necesita para arrecharse. El chavismo me parece una mamarrachada, pero el bien pensantismo anterior es otra. Creo que me hubiera gustado más ver a estos carajos con una pala ayudando a construir casas populares, por ejemplo. Como muchas veces, la intención es muy buena, pero el resultado un desastre.


2. El mensaje

Bueno, yo estoy casi convencido de que por mamonadas como éstas (la actitud que muestra el video) el chavismo ha podido implantarse tan fácilmente en Venezuela. En realidad, el video está muy bueno, como muestra de los errores del sistema prechavista. Por un lado, la actidud de niños despreocupados, de sonrisa pendeja, de los protagonistas; da la impresión de que ese día les dio por ir a repartir regalitos, como también les podría haber dado por ir a dar un paseíto en la lancha tomando whisky con agua de coco (no tengo nada contra ninguna de las dos cosas, sólo hablo de la impresión que me deja el video). Por otro lado, la letra de la música, detrás, me parece sumamente representativa y peligrosa: habla de un gobierno tropical, mientras vemos a los chicos plásticos jugando a ser buenos ese día. Un gobierno tropical así, ¿qué quiere decir?, ¿que nosotros tenemos los privilegios y, cuando nos piquen las ganas, salimos a repartir las cosas viejas, las que ya no nos gustan? Esa, me parece, era la lectura de la realidad que tenían las clases altas venezolanas; y además, lo más simpatico, es que lo asumían con una naturalidad soroprendente. Si en algún momento se acordaban de que las tres cuartas partes de la población estaban (y siguen) jodidas, pues bueno, eso es culpa del gobierno, que no hace nada. Creo que Chávez, a pesar de su mamarrachería bananera, su afán de protagonismo ridículo, su apuesta por el personalismo y la corrupción, su tendencia descarada hacia la dictadura (algo que parecía olvidado en Venezuela) triunfa, básicamente, por atacar la imagen de privilegios que deja este video. Esa doble cara de las clases altas venezolanas que recuerdo (por un lado, hacemos ver que queremos ayudar a los pobres, pero sin ensuciarnos las manos, claro; y por el otro lado, no me toquen mis privilegios, ni cambien de los puestos claves a mi círculo de amigos, ni modifiquen las reglas del juego que me permiten embucharme una buena tajada con algún contrato público) es la que sembró los resentimientos que le abrieron el camino a un personaje de caricatura politica bananera como Chávez.
Hay una novela que habla de los intentos de la aristocracia decadente europea para seguir en el poder y que tiene una frase realmente inteligente: "Hay que cambiarlo todo, para que siga igual". Creo que, en Venezuela, las clases privilegiadas ni siquiera se tomaron la molestia de pensar en hacer uso de esta frase; por eso se les ha ido a la mierda todo tan rápidamente. La payasada chavista estaba cantada (incluso, el sindicalista Velázquez había sido un aviso, o la elección de Caldera por haber justificado, de alguna manera, el golpe), pero el ruido del "jingle chimbo", como dices, Carlos, no los dejó oír la alarma.
Y bueno, abrazos navideños para todos, es verdad, que comenzamos un nuevo año, y aunque esté en el culo del mundo, sigo recordando las fiestas y la playa y la gente y la carne de la Asociación de Ganaderos y el ron y (tengo que decirlo) las lanchas y los partidos de tenis y etc. del Caribe.


3. La aclaratoria

Vale, que el punto no es, para mí, la utilidad o no de la caridad, o lo que hacen o no estos personajes con su tiempo libre, sino el mensaje que transmite el video. Un mensaje que, para mí, está claro, y es el que escribí antes. Y mi opinión es que, precisamente, ese mensaje bien pensante y pendejón, con el que se manejó el tema de la pobreza durante los años prechavez, fue uno de los detonantes del sistema. El pedo, para mí, no es que salgan a hacer (o no) el gilipollas sobre sus coches, sino que creo entender, con manifestaciones como las de este video, que todavía hay una ceguera general, entre las clases mejor educadas, sobre el problema de la pobreza. Esa ceguera, para mí, implica varias ideas:
1. Nosotros somos una cosa y ellos (los pobres) otra.
2. Nosotros hacemos lo que podemos, pero ellos (los pobres) parecen reproducirse como las moscas, por generación espontánea.
3. Si nosotros estuviéramos en el gobierno, ellos (los pobres) no estarían tan jodidos.
Creo que estas tres ideas son erróneas, pero circulan con mucha facilidad entre los supervivientes de la cuarta república.
Quiero decir que no soy chavista, ni nada parecido, que sólo intento resaltar algo que creo importante.
Mientras exista esa noción de dos países, uno chévere y bonito, encerrado en su burbuja de clubes y viajes a Miami, y el otro oscuro, jodido, lleno de malandros, triste y miserable, el chavismo, o cualquier producto sustitutivo, tendrá tierra fértil para crecer.
Esta visión dual del país no es gratuita, viene de un sistema económico que, realmente, funciona a dos velocidades: las burbujas de riqueza, normalmente urbanas, conectadas con el modelo capitalista occidental, y la masa de población que no ha conseguido, o no ha buscado, incorporarse a las burbujas de riqueza. Pero no me quiero poner teórico, ladilloso, ni pedante. Mi intención, cuando solté la bola, era saber si alguien se había dado cuenta del mensaje que vendía el video, de las ideas que están detrás de él. No lo hago por "politizarlo" todo, es simplemente un intento de meter el termómetro en la percepción de la gente que todavía está allá viviendo el grotesco proceso revolucionario. Quizá es que tienda a darle demasiadas vueltas a las cosas, o que por estar acostumbrado a trabajar con mensajes insertos entre líneas (por la literatura y la publicidad) me pongo a hacer análisis barrocos e innecesarios. De todos modos siempre está bien, creo, intentar percibir la realidad que nos rodea desde distintas perspectivas.
Pues eso, a ver si sigue la historia que, en todo caso, a mí me divierte.
¡Y que viva el negro Muñoz, coño! (no se por qué, pero bueno, por decir algo)

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