WORK IN PROGRESS

jueves, 10 de julio de 2008

sin titulo: fragmento

Notas:
Disneylandia como utopía capitalista, a eso dedicó varios años el personaje. Del espacio exterior como lugar donde dejar los símbolos de la vida cotidiana (el parking); del espacio intermedio, fronterizo, donde comprar el dinero del parque, con su valor de no sé qué semiótico; del espacio interior, circular, dividido en cuatro zonas, y poblado de señales de los grandes poderes de la economía norteamericana, encargadas, según el personaje, de masticar y cagar los símbolos de las otras culturas.
Para ilustrar su tesis, el personaje ha preparado unas veinte fotografías que están colgadas de la pared. En las dos últimas el personaje sale haciendo el gilipollas con una máscara de Mickey Mouse.

Un tipo se fabricaba sus propias cámaras con trozos de metal y latas, tubos de cartón, hilos y alambres, pedazos de vidrio, y hacía fotografías de culos y piernas de desconocidas en la calle. Pareciera que así, con estas fotos borrosas, de alguna manera el tipo sintiera que se las había estado follando.
*
Almuerzo en los tarantines de pescados. Después de preguntar precios, sentarse. Calamares. Quinientos gramos. Traen pan y ensalada. Tomate, cebolla y pimentón, bien cortados, con sal y limón. Dos francesas miran con risa y asco a los cangrejos todavía vivos de la mesa donde se muestra el pescado. Madre e hija. La hija tiene agujeros de piercings por todos lados. El plato. Lo que eran dos calamares, antes de ir a la cocina, se han vuelto uno y un trocito. Por favor limón y, cuando llega:
--Cómo es que dos calamares, antes de ir a la cocina, se han vuelto uno y un trocito.
--¿Dos calamares? –-el mesero-- Aquí están --con un dedo toca, primero, al calamar, y después, al trocito.
Por lo menos esa uña no la tiene sucia.

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