WORK IN PROGRESS

viernes, 23 de enero de 2009

si alguien te ofreciera un millón, ¿no te dejarías? (continuación)

De Baisha el monasterio reconvertido en museo por la voluntad popular. Popular del partido, no del pueblo. Seguir hasta el fondo atravesando patios y habitaciones rectangulares, y entonces los frescos de Buda. Buda rodeado por sus acólitos, en el fresco, desde hace más de quinientos años. Buda rodeado por los turistas, en el museo, desde hace unos veinte. Buda rodeado por los vigilantes, en el jardín, desde hace nada. Para los vigilantes, Buda mudo. Un muñeco pintado, allí, cada mañana, al abrir el museo, junto a los demás muebles.
Una vereda larga atraviesa un bosque delgado. Un patio cuadrado tiene en su centro humano y simétrico una fuente circular; y con toda naturalidad, asimétricas, cientos de hojas secas alrededor.
Un templo al descuido, el vigilante no está. Esculturas en bronce representando los estados de ánimo. En cada momento de tu vida eres alguno de ellos. Acércate al que se te acerque y ora.
El alegre, [coloca una frase en cada estado de ánimo; trata de encontrar algo divertido]
El reflexivo, [o mejor una línea distinta por cada ánimo; un ejercicio de escritura no escrita, de poesía muda; la idea dando vueltas y, detrás, como un entomólogo, el lector convertido en autor]
El piadoso, [o deja que el no azar, con los días, haga llegar una idea para llenar los espacios que están en los corchetes; confía en el inconsciente que rumia, en las musas que susurran al oído, en las imágenes que vienen de la calle, en esas cosas que casi siempre terminan funcionando]
El sarcástico, [eso, alardea, exhíbete, haz el malabarista gilipollas, hazte creer el experimentador ingenioso, joven promesa envejecida, sigue así, y no publiques nunca en una editorial seria, muchacho pendejo]
El desesperado, [LLENAR]
El dubitativo, [¿usar, más bien, una enumeración caótica de objetos encontrados, todos chinos, una enumeración que, por libre asociación de ideas, llegue a cada estado de ánimo?, o mejor no, así es difícil que se entienda la idea; no sé, habrá que buscar otra cosa]
El iracundo, [LLENAR]
El bondadoso, [¿por qué complicarlo todo?, usa un texto plano, algo directo, claro, que se digiera y se recuerde; lo importante es que el lector se sienta cómodo]
El melancólico, [en realidad, no sé para qué tanta vaina, al final, ¿qué importa lo que escribas?; ya pasaron los días de juventud cuando se cree en la originalidad, cuando se busca ser un eslabón en la cadena del bla bla bla; aquella ingenuidad pendeja…]
El comprensivo, [aunque, pensándolo bien, justamente en la inutilidad de todo esto está su gracia; te deja el campo abierto para desvariar, no importa el resultado; literatura de evasión, ¿no?, para el autor, claro, y además gratis; no sólo gratis, lucrativa: el tiempo que te pasas escribiendo es dinero que no sueltas en la calle]
El curioso, [¿pero por qué no tratas de aprovechar mejor el fragmento?; averigua, por ejemplo, de dónde salió cada representación del Buda, por qué estos y no otros estados de ánimo; trata de encontrar si hay relación con otras religiones; no sé, intenta seguir el hilo del significado, algo así]
El regenerado, [LLENAR]
El resignado, [dejar las propuestas sin desarrollar, nada de ejemplos, nada, que sea lo que es, pasar a otra cosa, algo más divertido, menos intelectualoide]
Mind your head, avisa un cartelito junto a un árbol de ramas bajas. Después de este aviso, lo único sensato es buscar la puerta de salida, ¿o no?

1 comentario:

paula dijo...

Suponiendo,una correcta traducción:Cuidado con su cabeza.Creo que la elección dependerá de la tipología descrita... aunque siempre hay que tener cuidadito con los cuernos je,je.
Una máxima budista dice:Todo lo lleno debe vaciarse...El Vaciador te falta,no hay más que ver tu correo de autor.
Un besito.paula