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domingo, 22 de febrero de 2009

la fama, o es venérea, o no es fama (continuación)

Juego: se pone la cámara torcida, de lado, en una habitación sucia con iluminación artificial. El estudio de un artista plástico, parece, aunque no hay ninguna pintura. En el medio del encuadre (horizontalmente, porque la cámara está torcida), un tipo saca de un violín, a intervalos regulares, el mismo acorde durante 55'54'', sin variaciones. En la pantalla previa al video se dice que la afinación reproduce las letras D, E, A y D, y la obra los meandros del espíritu y de la utilización del cuerpo para difundir este mensaje fúnebre y no sé qué chorradas más (el mérito es de los críticos que, para ganarse el pan o buscar favores o hacerse los inteligentes o yo qué sé, son capaces de sacar piedras del agua, perdón, agua de las piedras). Para comprobar que el tipo hace la misma tontería durante casi una hora, y no morir de aburrimiento, se leen las noticias descargadas en el ordenador de bolsillo; un paquete de medidas del gobierno norteamericano para paliar una amenazante recesión; un operativo antiterrorista en Barcelona, con más de veinte detenidos, islamistas; un nuevo record de temperaturas en Buenos Aires, las más altas registradas en toda su historia. Y atrás, el tipo dándole al violincito una y otra vez, el mismo acorde, siempre. Agobiante por repetitivo, todo esto.

*

05:10 h. El sujeto se despierta sintiendo que alguien se ha acostado sobre él. El sujeto mira alrededor y recuerda dónde está, y se da cuenta de que su amor recurrente ha colocado el pene en la posición correcta para masturbarse el clítoris.
05:11 h. El sujeto, manteniendo con dificultad los ojos abiertos, acaricia la espalda y las nalgas de su amor recurrente, e intenta ayudarla a masturbarse mejor ajustando el cuerpo y atrayendo hacia él las caderas de ella.
05:15 h. El amor recurrente le pide al sujeto que le haga el amor; el sujeto, que está más dormido que despierto, le pide a su amor recurrente que lo acaricie; el amor recurrente obedece.
05: 17 h. El sujeto se da cuenta de que huele a de todo, pero especialmente a desodorante rancio.
05:20 h. El pene del sujeto, finalmente, está en condiciones de ser usado para copular.
05:25 h. El sujeto, que ha procedido al estilo de su amor recurrente (es decir, frente a frente, muy abrazados, y moviendo la pelvis para que ella pueda frotar su clítoris contra él), se da cuenta de que está perdiendo la erección y le pregunta a su amor recurrente si lo quiere hacer de perrito, ella dice que hoy es su esclava, y el sujeto se sale y la coloca en posición.
05:29 h. El sujeto le pide a su amor recurrente que se masturbe, mientras la penetra.
05:33 h. El sujeto pierde, irremediablemente, la erección.
05:35 h. El sujeto dice vaya mierda, me he quedado impotente. Su amor recurrente dice no importa, ven acá, es normal, estarás cansado; y le da un abrazo. El sujeto pone su cabeza sobre el pecho de su amor recurrente y, poco después, se queda dormido.

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