WORK IN PROGRESS

sábado, 14 de febrero de 2009

si alguien te ofreciera un millón, ¿no te dejarías? (continuación)

01:59 h. En la tercera planta, con un ventanal cerrado que da hacia los techos del pueblo, encienden la televisión y se sientan en dos sofás. En la televisión pasan videos de cantantes latinoamericanos. Aparece Rubén Blades. El de las gafas modernillas abraza a la de Gavá. El sujeto abraza a la de Castelldefels.
02:13 h. La dominicana, que se aburre porque no tiene con quién intercambiar fluidos, saca a bailar a la de Castelldefels. El de las gafas modernillas se anima y se levanta a bailar también. El sujeto se anima y se levanta a bailar también. La de Gavá comenta que todos los suramericanos tienen el baile adentro. El sujeto responde que en Sudacalandia si no bailas no follas, así que es mejor aprender. Los aborígenes catalanes bailan así como un poco duro, pero se divierten. Intercambio de pareja y el sujeto baila un rato con la dominicana y otro con la de Castelldefels. Luego los del canal de televisión cambian la música y se acaba el bailecito.

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Pata Negra, Moraíto, La Macanita, Carmen Linares, Sabicas, y algunas cosas sueltas del cante hondo (porque me duele España, absolutamente, y olé). Taraf de Haidouks (joder, qué buenos); Kades Turkuler (joder, igual), y música del Kurdistán (lo que queda del exterminio); Munir Bachir (porque es Bach, silbando); cantos armenios, música del norte y del sur de la India y Lakshmi Shankar (porque levito y me pongo cachondo al mismo tiempo); gamelanes de Bali (porque me producen un temblequeo gustoso); música de África occidental actual (para que el temblequeo se convierta en convulsiones); cosas para balafón, y canto acompañado por la kora (porque después de las convulsiones hay que descansar); Violeta Parra, algo de Silvio Rodríguez (porque la primera fue muy buena, siempre, y el segundo casi lo fue, alguna vez); Rubén Blades, Héctor Lavoe, Ismael Rivera, otros clásicos de la Salsa Brava (porque soy un sudaquita de mierda, al final), y Leo Masliah (por hijoputa, también).
Django Reinhardt; toda Billie Holiday (porque me hunde la voz en las tripas, como un puñal mentolado); mucho de Louis Armstrong y de Ella Fitzgerald (porque hay que curarse, después del puñal); todo Duke Ellington (porque es Bach, jazzeando); cosas de Bessie Smith, Cab Calloway, Benny Goodman y Fast Waller (porque Al Capone y sus amigos podían no ser muy buenos tipos, pero tenían muy buen gusto musical); mucho de Dizzy Gillespie y Charlie Parker (porque con esta música la coca nunca la voy a usar); algo de Lee Morgan, Adderley, Hubbart, Evans, Blakey y Mobley (porque para una buena tarde no se necesita nada más); mucho de Thelonious Monk (por la simpleza de la complejidad); todo Mingus (porque es Dios, golpeando), todo Coltraine, Miles Davis, en jazz (porque ya se sabe). Sly and the Family Stone y otro poco de funk (por si algún día no hay con quien follar).
Beatles y Rolling Stones (por lo de siempre); Jimie Hendrix y Janis Joplin (por el sado musical); los primeros discos de Jefferson Airplane y Genesis (por ponerle música a los sueños); Syd Barret y Pink Floyd (por musicalizar pesadillas, que es mejor); Doors (Dios, orinando); Santana, Led Zeppelín y Deep Purple (por lo del síndrome de Peter Pan); Queen y Prince (por mi hermana); algo de Police, Dire Straits y U2 (por los viejos tiempos); Tom Waits y Elvis Costello (por los tiempos que vinieron después). Fela Kuti (por los tiempos que corren); y otras cosas (no sé por qué).

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03:18 h. Estacionan y suben los cuatro al apartamento de la dominicana. Dejan pasar al gato de la de Castelldefels. El gato se instala en el sofá, tranquilamente. La dominicana enciende una estufa. El sujeto comenta que mirando la pintura de las palmeras que cuelga en la pared, y con el calor de la estufa, se siente como en el Caribe. La dominicana dice que no se lo recuerde, que con qué ganas estaría acostada en la playa bebiendo agua de coco. La de Castelldefels comenta que todos los suramericanos son iguales. El de las gafas modernillas aparta al gato y se acuesta en el sofá. El sujeto le sirve un whisky a la de Castelldefels, le ofrece a la dominicana, que responde que no le gusta eso, y sirve otro whisky para él. El de las gafas modernillas intenta abrazar a la dominicana. La dominicana se suelta. La de Castelldefels y el sujeto se besan.
03:46 h. El sujeto y la de Castelldefels se despiden, diciendo que ya es hora de ir a dormir.
03:48 h. La de Castelldefels deja al gato afuera, que ha venido detrás de ellos, diciendo que si pasa no los dejaría dormir.

3 comentarios:

paula dijo...

Aplazo mi comentario,salvo excepciones, desconozco músicas...ayer,día valentin je,je,comence el crucero internauta....con bocata pata negra virtual je,je.Dime con que música andas y sabré tus compañias.
Abrazo.

Armando Luigi dijo...

no era dime qué escuchas y te diré qué pareces? ah, no, era dime que pareces y te diré con quién andas, o no, tampoco, era dime qué comes y te diré que, joder, se me olvidó. pues sí, parece que no hay nada como el formol para mantener joven al cerebro

paula dijo...

Cito fuentes,subiendome a la parra je,je."solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes".Su química,buena para el acné...libera puntos negros y los hace música.