--Eres libre, no tienes responsabilidades, ni mujer, ni hijos, así que puedes empezar de cero y hacer lo que quieras.
--Sí, eso me gusta mucho, aunque no puedo negar que también me entra susto, sobre todo por mis escuálidos ahorros. La única garantía es que, en teoría, tengo donde dormir hasta que vuelva a tener ingresos. A ver si la cosa no se va poniendo cada vez más agria.
--Yo flipaba cuando me contaste en el coche la situación, y me decías que a ella le daban crisis cada mes o cada dos meses, y eso ya te parecía como lo normal de la relación, supongo que algo así le pasará a las mujeres maltratadas, salvando las distancias.
--Sí, supongo que es el equivalente, las primeras veces te alarmas; luego, cuando ves que no puedes hacer nada, acabas aceptándolo, y la tercera etapa es la del retraimiento, te anulas, te acostumbras a aguantar.
--Espero que no haya esa guerra, ustedes también se quisieron mucho, la gente que se quiso mucho no puede terminar tan mal, no debería, tendría que quedar un afecto de fondo.
--Sí, el otro día ella me dijo que la tenía para todo lo que necesitara, yo me reí, ella me preguntó por qué me reía, y yo no le pude contestar que me reía porque me lo dice ahora, pero que cuando le vuelva el próximo mal rollo comenzará otra vez con el jaleo. De todos modos hay dos cosas a mi favor: una, que el adulterio es suyo, viejo y reciente, así que se siente un poco culpable; y la otra es que intuye que no puede presionar mucho por cuestiones económicas, tenemos más de cien mil euros de patrimonio común y yo no estoy reclamando nada, así que sólo quiero seguir en el techo común hasta encontrar algo, lo antes posible. Buscaré primero en comercio exterior, y si no, a lo cutre, en recepción de hoteles, con el CV desmantelado, horarios nocturnos, que nadie quiere, aprovechando los idiomas. Cuando tenga los ingresos del trabajo cutre, más los extras como redactor, ya podré ahorrar para largarme.
--Irte a Australia no estaría mal.
--Ya lo estás viendo, ¿no?
--¿Qué cosa?
--Que hacer el paleto aquí puede ser triste, pero hacer el paleto en otro país es una aventura.
--Tu amigo está en Australia, ¿no?
--Sí, en la misma situación que yo, intentando descubrir cómo montárselo, quizá los dos podamos apoyarnos, como en la película Midnight Cowboy.
--¿Esa no era de gays?
--Es una oda a la amistad, a la soledad, a la vida inhóspita de las grandes ciudades; las aventuras de un pueblerino intentado vivir en la gran ciudad, es picaresca pura, como la del Siglo de Oro.
--¿La semana que viene ya no trabajas?
--No, estaré libre, por fin.
--Qué bien.
--Trabajo hasta este viernes, creo que cogeré una gran cogorza para celebrarlo, estaba un poco agotado del trabajo de seis días a la semana.
--Qué guay, si pudiera te acompañaría, tú y yo borrachos debe estar bien, si hablamos mil cosas sobrios, borrachos estaría genial.
--Acabaríamos follando.
--A ti no se te levantaría por el alcohol.
--Creo que contigo no tendría ese problema, seguro. De todos modos es una buena excusa, te vienes, nos emborrachamos, y dices, total, como él es medio impotente, no pasará nada.
--Muy buena.
*
Como dice el refrán: "Para olvidar lo que no tienes recuerda lo que podrías haber tenido".
WORK IN PROGRESS
viernes, 5 de diciembre de 2008
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