tiemposmodernos

Dentro de una jaula en cuyo centro cuelga un racimo de bananos se introducen varios chimpancés. Cada vez que un chimpancé intenta coger un banano se activa un sistema automático que baña a todos los chimpancés con agua fría. Los chimpancés no tardan en mantenerse lejos del racimo. Un nuevo chimpancé es introducido en la jaula. El recién llegado, como es natural, se acerca al racimo de bananos. Los demás chimpancés lo alejan a gritos y amenazas para evitar el baño de agua fría. El recién llegado aprende a mantenerse lejos de los bananos. Uno a uno los chimpancés originales son sustituidos, pero la costumbre de alejar a gritos y amenazas a quien se acerque a los bananos continúa, aunque ninguno de los presentes haya recibido, jamás, un baño de agua fría.
Con este experimento se demuestra que las instituciones humanas se prolongan en el tiempo aunque ya no sirvan para nada. Se demuestra, también, que los chimpancés prefieren, normalmente, los frutos secos.

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El resto del congreso de estudiantes fue más o menos igual: ella era el centro de atención de su grupo de amigos y yo daba vueltas casi siempre solo.
Algunas veces ella se dignaba, se tomaba la molestia, de hablar un rato conmigo. Pero entonces se acordaba de que tenía que complacer a su fanaticada y yo me quedaba mirando el techo, blanco y liso, amplio, apartado, aburrido, inmóvil, seco. Me di cuenta de que estaba haciendo el pendejo pero no sé qué gancho mudo me mantenía detrás de ella.
La última noche le pregunté si podíamos hablar solos un momento, sí claro, y le solté que desde hacía tiempo no iba detrás de nadie, que me sentía como un quinceañero, que me daba risa la situación; ella no supo qué responder; le pregunté si quería que le escribiera y me dejó su dirección. No saqué nada más.