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domingo, 19 de abril de 2009

la fama, o es venerea, o no es fama (continuacion)

¿México o la enfermera? México, supongo. Teotihuacan desde la Pirámide de la Luna, que tiene mejor vista que la del Sol, y como le falta la piedra en el centro te ahorras la turba recargando sus cuarzos, una cola larga, cada uno con su piedra en la mano, cuarzo-collar, cuarzo-mesa-de-noche, cuarzo-dentro-de-un-vaso-de-agua-para-que-no-pierda-la-carga, cuarzo-ponlo-debajo-de-la-cama-y-ya-verás-que-te-funciona-comadre, cuarzo-pa-tener-suerte-con-la-lotería-esta-semana, cuarzo-dame-pa-las-tortillas-pa-los-tamales-pa-las-enchiladas, cuarzo-consígueme-un-trabajito-aunque-sea-pa-salir-del-paso, cuarzo-ayúdame-virgencita-haz-que-se-acomode-mi-muchacho, cuarzo-no-es-que-sea-malo-es-por-esos-amigos-con-los-que-anda, cuarzo-yo-pido-pa-los-demás-pa-mí-yo-no-quiero-nada, cuarzo-a-ver-si-se-deja-diosito-si-mi-noviecita-se-deja-coger-la-teta, cuarzo-ay-yo-quisiera-pero-es-que-si-lo-dejo-va-a-pensar-que-soy-puta, cuarzo-después-que-subí-a-esta-chingada-espero-que-el-pinche-cuarzo-me-sirva-pa-algo, cuarzo-quinientos-años-jodidos-pero-aquí-estamos, cuarzo-quinientos-años-jodidos-y-los-que-faltan, cuarzo-quinientos-años-jodidos-aunque-jodidos-ya-estábamos, cuarzo-por-si-me-caigo-de-la-moto-pa-que-no-me-mate, cuarzo-aunque-mejor-muerto-que-inválido, cuarzo-que-no-falte-la-tequila-coño-que-no-falte, cuarzo-pa-casarme-con-un-buen-hombre-que-me-cuide-me-respete-y-me-mantenga, cuarzo-yo-sólo-quiero-que-no-me-olvide-ay-la-desgraciada, cuarzo-buena-suerte-en-el-trabajo-en-el-amor-en-la-mañana, cuarzo-que-se-me-cure-esta-úlcera-que-me-está-matando-ay-virgencita-haz-que-me-la-cure-el-cuarzo, cuarzo-yo-sólo-quiero-que-no-se-den-cuenta-hasta-que-me-vaya, cuarzo-oh-my-God-what-a-beatiful-place!, cuarzo-aoum-meditation-aoum, cuarzo-yo-no-traje-cuarzo-pero-aquí-estoy-con-mi-ex-poniendo-cara-de-pendejo, cuarzo-vámonos-de-aquí-demasiada-gilipollez-en-esta-vaina.

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Mezclando santos, luchadores y candidatos electorales, los mexicanos parecían pasar el rato. Yo prefería el Museo de Antropología, era más fácil de entender. En el piso de abajo estaba lo que dicen que pasó hace quinientos años, en el de arriba lo que se supone está pasando ahora; aunque claro, cuando sales del museo, y pateas la calle, no se parece a lo que hay adentro. Falta, supongo, construir un tercer piso para explicar cómo las fiestas tradicionales, los vendedores ambulantes, las viviendas de barro, los cacharritos metálicos y los trajes típicos, se convirtieron en conciertos multitudinarios, calles hacinadas de buhoneros, edificios de hormigón, coches desvencijados y zapatos made in USA fabricados en China. En esa tercera planta podrían explicar, también, el cómo de los contrastes entre opulencia y miseria, y el qué va a pasar con esta mezcla (o quizá entonces ya haga falta un cuarto piso). En las pantallas de video, junto a las vitrinas de la exposición, podrían soltar testimonios de gente, autobiografías de un par de minutos, contando los personajes cómo llegaron hasta donde están. El problema es que entonces a los grupos de estudiantes que visitan el museo puede que se pongan rebeldes y comiencen a joder. Mejor dejarlo así, entonces, que como burbuja está perfecto, el museo y el parque todo, Chapultepec.
Del museo me alejé caminando por el Paseo de la Reforma, me acompañó una línea de vacas, vacas edificios, vacas fantasmas, vacas ángel exterminador, vacas floridas, vacas bailarinas de ballet, The cow parade, creo que era el nombre de la instalación, firmada por no sé cuántos artistas plásticos, cada uno con su vaca; me sorprendió ver a las vacas completas, collares y bigotes, aunque durmieran a la intemperie desde hacía un par de semanas y cientos, quizá miles, de marginados hubieran estado pasando junto a ellas, sin tocarlas; en Caracas, en dos días ya sólo quedarían vacas saqueadas, vacas rotas, vacas orinadas, vacas mutiladas, vacas graffiteadas, vacas violadas. Las vacas me mostraron cuánto estos güeyes quieren a su ciudad, aunque se los esté comiendo.

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